Fragmentos y narraciones (5)

En el capítulo 5 de "Fragmentos y narraciones", Ludmila Padilla (voz) y Sofia Andreozzi (pintura acrílica y aerosol sobre madera) interpretan "Alquimia", un poema que refleja aquello que enunciábamos desde la contratapa de "Literales ausencias", el libro homenaje a Juan Carlos Llauradó: 

"su relación con las palabras trascurrió entre nítidos matices. En público, disfrutaba transferir sus conocimientos y sus experiencias, desde sus clases a sus talleres literarios. En la soledad de su mundo atormentado, escribía para "llenar la nada de algo" o porque "la vida lo desgarraba".

"Fragmentos y narraciones"

Capítulo V: “Alquimia”

Voz: Ludmila Padilla

Obra plástica: Sofía Andreozzi (Pintura acrílica y aerosol sobre madera)

Presentación: Juan Carlos Castro

Edición de audio: José Luis Terzaghi

Sonorización: Gabriel Campana

Realización: Nido de Vacas Ediciones y Filoso-Qué?

"Alquimia". Sofía Andreozzi (Pintura acrílica y aerosol sobre madera)

Ver capítulos anteriores:


Fragmentos y narraciones (1)
Fragmentos y narraciones (2)
Fragmentos y narraciones (3)
Fragmentos y narraciones (4)

Alquimia

Hay tanto tiempo
secándose en almanaques.
Tantas horas
de ausencias comunes.
Tanta incertidumbre
vuelta hábito.
Tanto corazón en exilio.
Tanto ídolo - endiosado -.

Hay tanto infierno emancipado.
Tantas manos clavadas
en abismos y costumbres.
Tanto estigma
atiborrado de sangre.
Tanta soledad derramada
sobre la arena.
Tanto cristo anónimo
suplicando en la tierra.
Tanta cruz floreciendo
en hospitales.
Tanto huérfano de espíritu
en las calles.
Tanto cuerpo quebrado.
Tanta alma impugnada.
Tantas bocas -al unísono-
vociferando sus verdades,
que ya no hay telón de fondo
para este teatro de banalidades.

Pero también hay manos
que nos rescatan.
Hay amigos que nos salvan.
Hay amores que nos redimen.
Hay flores que iluminan la noche
y sombras que huyen de sus perfumes.

Hay, tras la más oscura línea,
otra -invisible- cuya traza
nos marca horizontes diferentes.

No todo está escrito con la misma tinta.
Ni la letra impresa en un mismo papel.

Hay algo más que creencias.
Algo más que argumentos.
Algo más que fórmulas.

Tal vez una alquimia incipiente.
Quizá una utopía reescrita
por algún poeta desconocido,
o solamente el hombre
-como siempre- meditando
al borde de su sima.