lunes, 3 de agosto de 2020

Araceli Rodríguez: “Para mí escribir es terapéutico, pero siempre me gustó escribir”


Transcribimos la nota publicada en El Nuevo Diario Rojense, basada en la entrevista realizada por Hernán Martino y Enzo Medina en Radio Rojas.


ARACELI RODRÍGUEZ: ENTRE “CAMINO” Y SU PRIMERA NOVELA

“Para mí escribir es terapéutico, pero siempre me gustó escribir”


En 2012 publicó “Camino. Vivencias de un ACV”, testimonio y fruto de su recuperación - Y casi 16 años de aquel episodio que cambió su vida para siempre, presenta su primera novela, “La llave maestra”, que aparece en simultáneo a la reedición de “Camino”, obra que estaba agotada desde hace algunos años






Con proverbial modestia, asegura que no es escritora y que para ella escribir es terapéutico. Pero un 1 de agosto de 2004 la convecina rojense Araceli Rodríguez sufrió un ACV que le dejó graves secuelas físicas y una afasia significativa. Es cierto, sí, que la escritura de su experiencia formó parte de un proceso de rehabilitación paciente e ininterrumpido. Así fue que en 2012 publicó “Camino. Vivencias de un ACV”, testimonio y fruto de su recuperación. Al margen, lo cierto es que Araceli dio un paso más en su evolución personal y se lanzó a la escritura de una obra de ficción. A casi 16 años de aquel episodio que cambió su vida para siempre, presenta su primera novela, “La llave maestra”, que aparece en simultáneo a la reedición de “Camino”, obra que estaba agotada desde hace algunos años.

“La llave maestra” narra la historia de una mujer que huye sin dejar rastros y se oculta en un pueblo alejado de la provincia de Río Negro. Casi veinte años después, atormentada por los recuerdos y los secretos, regresa dispuesta a sanar las heridas de su pasado.

En tanto, “Camino”, que agotó una primera edición de 500 ejemplares, cuenta la experiencia de vida de la autora tras sufrir un accidente cerebro vascular. Se trata de un testimonio profundo, de fe y de superación, que invita a reflexionar sobre el valor de las pequeñas cosas y la oportunidad de volverá empezar.

Esta nueva versión acerca el texto original a un público más amplio. Se incorporan correcciones de estilo y una revisión de la terminología clínica, procurando una narrativa accesible tanto para quienes se interesen en la rehabilitación desde lo vincular como desde el área de la salud. Ambas producciones llegan de la mano de la editorial rojense Nido de Vacas que, entre paréntesis, tiene previsto poner en circulación cuatro nuevos libros en el transcurso de este mes, todos de autores rojenses. 

Los otros títulos son el poemario “Canto de tierra y de pan”, de Rolando Galante (recientemente declarado de interés municipal y cultural por el HCD de Rojas), y la novela “Un desmayo en el vacío”, de Federico Riveiro.

Esta semana, en “El Nuevo en Radio”, Araceli dijo que “lo mío es un trabajo terapéutico, por lo cual te agradezco el título de ‘escritora’, aunque la verdad es que siempre me gustó escribir; cuando comencé a hacerlo fue tan hermoso para mí que fue como dejar un poco de lado el pensamiento de que, por ejemplo, mi lado derecho no funcionaba. Por lo cual yo hacía mucha terapia, durante siete años, casi todos los días”.


“Empezar a escribir me llevó a otro terreno: y fue muy bueno. Cuando comencé mi tratamiento, a doce o quince días de operada, la fonoaudióloga me pidió que escribiera mi nombre... y yo no podía hacerlo. Me acordaba de la letra ‘a’, pero no pude escribir mi nombre...”, relata luego, describiendo las consecuencias de la afasia que le dejó como secuela su ACV. El lado derecho de su cuerpo estaba paralizado, su lado izquierdo apenas respondía; prácticamente sólo podía mover sus ojos, y las palabras se formaban en su mente para luego desaparecer, inasibles.

“La escritura me ayudó un montón; de no poder encontrar una palabra a poder escribir un libro contando mi historia, para mí fue algo grandioso”, señala. Pero advierte: “Yo soy creyente, y me puse a pensar que si Dios había permitido que esto me sucediera, era para algo bueno, si bien mi rehabilitación fue muy larga, muy dura y muy difícil. Pero me llevó a encontrar estas cosas tan hermosas, como poder escribir”.

Igualmente admite lo duro que fue perder su libertad de movimientos y, literalmente, depender de su familia o de profesionales para poder, sencillamente, subsistir. “No podía hacer nada, pero lentamente avanzaba; y el entorno familiar me ayudó muchísimo, como las amistades, ya que siempre suplían las necesidades que yo tenía”, recuerda.





“Camino” aparece en 2012. Pero, ¿cuáles eran sus expectativas en cuanto a dar a conocer públicamente una vivencia tan íntima y confesional? “Mirá –responde- yo lo escribí porque pensé que podía ayudar a otros. Primero, porque me gustaba escribir, y luego porque le podía dar una mano a otro que pasara lo mismo que yo. Me planteé tres metas y el libro se terminó cuando pude cumplir esas metas que me había propuesto”. Su primer opus fue básicamente una edición independiente, “que ni derechos de autor tenía”, comenta, con humor. Para su reedición, paralela a la aparición de, ahora sí, su primera obra de ficción, confió en el equipo de Nido de Vacas, gente linda que se toma muy en serio a los autores de su catálogo y lleva las cosas a un nivel profesional.

Sobre “La llave maestra”, su primera novela, Araceli explica que “siempre me gustaron las novelas, y me animé: empecé sola, estuve un año y pico escribiendo; luego la llamé a mi fonoaudióloga, a ella le gustó, empezamos a trabajar, a pulir mi libro. Después ya lo vio Federico Riveiro, y así fue”.

Pero, ¿cómo nace “La llave maestra”? Así de simple: “Comenzó a nacer porque hace muchos años me contaron una historia, y esa historia me dio el pie para empezar. Aclaro que la historia es totalmente una ficción. Es sobre una chica que vive en Rojas, que sufre una desilusión amorosa, que conlleva a un montón de circunstancias muy difíciles para ella, por lo que se va de Rojas a vivir a un pueblo de la provincia de Río Negro. Ahí empieza de nuevo, forma su familia y luego, una amiga, que siempre la estuvo buscando, la encuentra. Vuelve a Rojas, y ahí se encuentra con un montón de cosas de su pasado”.

“Yo entendí muchas cosas con mi ACV; me dejó muchas cosas positivas; también negativas, qué se yo, un brazo que no me responde, una renguera... Pero interiormente pude crecer y darme cuenta de un montón de cosas, valorar la vida como realmente siempre me gustó hacerlo, aunque a veces uno no encuentra la manera. Pero el accidente vino para reanimarme...”

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La llave maestra

Araceli Rodríguez

Nido de Vacas, 2020. Cicatrices/3. (Novela)
21 x 14,8. 124 páginas.
ISBN: 978-987-47084-3-4
Edición: Federico Riveiro, Ezequiel Evangelista, Ludmila Padilla.  Fotografías: Tomás Basilici. Colaboración: Laura Spina. Diseño: Nido de Vacas. Diseño de colección: Emiliano Raggi.




Camino. Vivencias de un ACV 


Araceli Rodríguez

Nido de Vacas, 2020. 
21 x 14,8. 106 páginas.
ISBN: 978-987-47084-2-7
Edición: Federico Riveiro, Ezequiel Evangelista, Ludmila Padilla.  Ilustraciones: Emanuel Evangelista. Fotografía del autor: Nicolás Basilici. Diseño: Nido de Vacas





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