CAPITULO
19
De
vuelta al ruedo como concejal, promediando el 59, Domingo Cavalcanti volvió a
ocupar un lugar central en la escena política y mediática local. Ya por
entonces, y en medio de disputas por elecciones internas en el seno de las
distintas facciones del radicalismo, comenzaba a tomar fuerza la posibilidad de
una precandidatura para diputado nacional.
Al
mismo tiempo, encumbrados dirigentes se afanaban en lograr la unidad del
partido de cara a futuras contiendas. De la mano del diputado nacional Giordano
Echegoyen se había logrado una unidad en Mar del Plata, pero que no dejó
conformes a todos. Quedaron resabios de la antigua división, que no apoyaban la
candidatura del diputado para presidir en comité local.
A
principios del 60, Cavalcanti se puso al frente del Movimiento Unificador y
encabezó un encuentro a puertas cerradas con delegaciones de distritos vecinos,
encuentro que incluyó la presencia de Miguel Angel Ortiz Zavalla, presidente de
la Junta Nacional de Unidad Radical.
Pero
las gestiones no prosperaron y el radicalismo se debatió en internas para
definir candidatos de cara a las elecciones de marzo. Cavalcanti conquistó la
minoría, cosechando un interesante caudal de votos.
Sin
embargo, la estrategia del partido fue tomando un viraje poco esperado que
aumentó las tensiones en los ánimos de la UCR del Pueblo. Y allí el veterano
dirigente, una vez más, fue crucial protagonista de la discusión.
A
inicios de febrero se realizó una reunión que tuvo como objeto analizar
aspectos de la campaña electoral próxima. Se anunciaron algunos hechos
sobresalientes: el principal, la visita de Ricardo Balbín para dar el puntapié
inicial y la orientación que se le daría a dicha campaña. El eje, en este
sentido, radicaba en que no se atacaría a la masa peronista.
De
inmediato, el candidato a concejal Cavalcanti se mostró contrario a toda
conciliación con el peronismo. A viva voz, detalló que en una reciente reunión
en Miramar, se habían impartido órdenes de no atacar a los partidarios del “régimen
depuesto”, a lo cual ya había acotado que no aceptaría tales directivas.
A
esta posición salió al cruce el secretario de propaganda del comité, Luis
Casares, quien replicó que no se trataba de impartir órdenes sino de poner de
manifiesto el espíritu de conciliación entre los argentinos que se alentaba
desde la UCRP. Agregó que se debía comprender al pueblo peronista y dejar de
perseguirlo, pues representaba un sector importante del país, era digno de
respeto y de los derechos que la Constitución acordaba para todos los partidos.
Y que no debía caerse en el error del gobierno con su política persecutoria.
Luego preguntó a Cavalcanti si cuando los conservadores realizaban su política
fraudulenta de engaño, de odio y de vergüenza contra los radicales, había
protestado como lo hacía ahora con el peronismo. Casares sintetizó el espíritu
que campeaba en los círculos dirigentes del radicalismo popular: hay que recapacitar
y en vez de orientar esfuerzos en sentido negativo con ataques inconducentes al
pueblo, debía criticarse y analizarse la acción dañina del gobierno nacional.
Exaltado,
Cavalcanti refutó las acusaciones. Y cuando se discutieron ambos criterios, una
mayoría se volcó a favor de Casares, entre otros el concejal Roig y el diputado
nacional Giordano Echegoyen.
Cavalcanti
anunció que renunciaría a su candidatura a concejal y a su afiliación
partidaria, si era necesario. Y se retiró de la sala. Sobre el final del mitin,
el diputado nacional Giordano Echegoyen expresó, visiblemente acalorado: “Si
es necesario hablar al pueblo peronista para encauzarlo, yo lo haré desde la
tribuna. ¡Debemos terminar con los odios y luchar por la pacificación!”.
-Papá
era un hombre de convicciones firmes. A veces, más que convicciones parecían
caprichos. Era bueno para las arengas, no para el debate. Cuando perdía alguna
discusión, en vez de acatar una decisión mayoritaria, propia de una conducta
democrática, enseguida cortaba por lo sano, se ofendía y amenazaba con
renunciar. Lo hizo montones de veces en la política. Amigos suyos llegaron a
contarme más tarde que en realidad no sentía tanto, tanto odio hacia los
peronistas. Pero como demócrata íntegro estaba contra toda clase de componendas
y no pensaba en claudicar de sus arraigados ideales por unos cuantos presuntos
votos. Aún hoy no sé si creerles y cómo interpretar esas palabras-, reconoció
Lolei.
Domingo
Cavalcanti finalmente no renunció, obtuvo una vez más su banca en el concejo y
siguió defendiendo denodadamente sus ideales.
Esto
quedó graficado con una anécdota ocurrida en el inicio de sesiones, que es una
irrecusable demostración de su talante batallador: “Han comenzado las
sesiones en el HCD y ya Don Domingo Cavalcanti, que tiene un genio vivo, puso
la primera pica: hay que retirar esos instrumentos de tortura vestigios de la
tiranía derrocada en 1955, dijo, refiriéndose a la campana de alarma que un
cierto presidente del Concejo colocó precisamente para llamar la atención del
brioso concejal radical y ahogar su voz cuando la levantaba a alto tono para
enrostrar alguna pellejería. El presidente sonrió socarronamente al oír la
protesta de Cavalcanti. Moriondo también sonrió por lo bajo… y los demás concejales,
sin decirlo, estaban apoyando la idea del concejal radical”.
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(XIX)
Para: Hugo Cavalcanti
Palacios
Academia
de Idiomas Gref
Calle
Santa Engracia 62 4°
Madrid
– España
De: Alan Rogerson
I Bradgate Street
Ashton –II-Lyne
Tameside
- Manchester
Sunday
11 December 1983
Hola
amigo:
Hoy
es domingo y por fin me he puesto a escribir cartas, siendo la tuya la más
importante. Si no las escribo hoy no lo haré hasta la semana que viene, porque
salgo los domingos y me cojo unas merluzas que tardo dos o tres días en
reponerme. Opino que es mejor escribir antes que empiece la borrachera,
¿verdad?
Aquí
ningún cambio; sigo parado y como le pasa a mucha gente, creo que no podré
conseguir trabajo. No me hago ilusiones, pero al mismo tiempo no me doy por
vencido. ¿Y tú, qué tal las clases? ¿Tiene muchos alumnos? Estoy contento de
que ganaras las elecciones en la academia. Tú también debes sentirte orgulloso,
campeón cinco años seguidos… ¿batiste récord? Y Vinicio, elegido como el profe
más interesante… Pobre Vinicio, es buena persona pero un plomo perdido. Algo
debe tener, pues es más exitoso que nosotros con las chavalas. Tal vez porte
una polla enorme…
No
recuerdo si te lo dije, pero las fotos han sido reveladas. No las tengo ahora,
se las envié a Danny y me las devolverá en cuanto las tenga. Te enviaré alguna.
Las sacamos en Manchester cuando fuimos de cachondeo. No todas han salido bien.
Ya verás la tripa que yo tenía aquel día por la cantidad de cerveza que bebí.
Supongo
que pronto habrá fiesta de Mme. Chardy… Sí, amigo, me acuerdo aquella noche,
después de la comida nos cogimos una tajada en Akela, yo compré una ronda y
todos los demás se fueron sin invitarme. Tú te enfadaste, ¿te acuerdas? También
tenías miedo de que llegara borracho, y estaba bien, llegué medio pedo y me
puse a eructar a causa de la salsa picante.
Y
en Nochevieja tú y yo fuimos a la Puerta del Sol, allí nos cogimos otro pedo y
no nos acordamos cómo volvimos para casa. ¡Joder, tío, nos cogíamos unos pedos
bien gordos! Pero gracias a ti la pasé bien. Debo darte las gracias por mucho.
Te debo tanto porque para mí has sido (y sigues siéndolo) mi mejor amigo. Yo no
merecía un amigo como tú, porque quieras o no fui yo quien te empujó al borde
de la quiebra. Y si un día me hubieses dicho ‘¡basta!’ ya no me habría quejado,
muchas veces no merecía tu amistad. Mucha gente no podría aguantar a una
persona como yo. Tú lo hiciste. Gracias por todo, querido amigo.
Acabo
de comprar una lata de ‘Do It Yourself Beer’: hierves el agua, pones el líquido
y lo dejas. La cerveza es como un niño, tienes que amarla, hablar con ella,
protegerla, echarle piropos a medida que se fermenta, y el resultado es una
borrachera acojonante. Cada lata contiene 40 pintas, o sea 120 cañas, y la
cerveza es dos veces más fuerte que la española. Ha sido una de mis mejores
inversiones.
¿Irás
a casa de Ronnie en Navidad? Veté allí, tiene un autoservicio cojonudo. Es muy
fácil: abres el armario, coges una botella y ya está. Yo lo he hecho y es una
maravilla.
He
escrito a Pepé y a Josefina. ¿Sigues yendo allí? ¿Por qué no vas al bar
Peterson? Caías muy bien a José y a Julio. Además, de vez en cuando ponen
música andaluza. A mí no me gusta nada. Esta semana iré a Manchester a ver si
consigo la cinta; habrá más posibilidades allá.
Son
las 3:30 aquí y se está haciendo de noche. Dentro de 3:30 horas estaré en el
pub. Se abre a las 7, a las 8:30 estaré medio en pedo, a las 9:30 en pedo y a
las 10:30, pedo gordo. Se cierra a las 10:30, no atienden después de esa hora.
Bueno, amigo, te
deseo Merry Xmas and a Happy New Year. I hope next year I’ll be able to see
you. I miss you, don’t get too pissed over Xmas. I’ll only be getting pissed
because it is my duty to the Fatherland. Take care. Your friend, thinking about you
Alan
PS:
Ya son las 4, así que la borrachera empezará dentro de 3 horas. Estoy
esperando. No dejo de mirar el reloj.
PS1:
Ahora faltan 60 minutos para la borrachera. Son las 6 en punto.
PS2:
Ahora faltan 10 minutos para las 7. Me he puesto guapo, con traje, corbata,
etc. Te escribiré al volver. Acaba de empezar a nevar. Voy a salir a dar una
paliza a los abstemios…
PS3: Lunes a las 2 de la tarde: Anoche obtuve un
buen resultado: me cogí un pedo bien gordo. No beberé hasta el domingo que
viene. Esta mañana recibí una carta de René; está bien. Me dice que no te ha
visto y pregunta por ti. Deberías ir a verlo, se queja porque lleva bastante
tiempo sin poder cogerse un pedo, ¡joder!.
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