miércoles, 13 de enero de 2016

Cretino, o de la Entrevista Periodística

-Sócrates, estoy manejando la prensa de Anaximandro. Mira, me ha enviado a preguntarte si aceptarías hacer con él un ciclo de cinco debates públicos sobre la nueva cosmogonía.
-Desde luego, nada me agradaría más que eso, Cretino. ¿Cuánto pagan?
-¡Por Zeus, Sócrates! ¡Esto se programa por amor a la sabiduría! Son debates en el ágora con entrada libre y gratuita.
-¿Gratis? No, no me interesa entonces. Por menos de 600 dracmas no salgo de casa. Convoca a Tales, a Heráclito, al que quieras. Necesitan más difusión que yo.
-¡Pero ellos siempre repiten el mismo rollo! Que en el principio fue el agua, que fue el fuego... No se les cae otra idea y van a todos los debates. La gente se aburre.
-Bueno, qué sé yo, llama a Aristófanes. Es problema tuyo, Cretino.
-¡Oh, Sócrates, qué difícil me la haces! De acuerdo, veré si puedo conseguir a Apeles, el de las pinturas, como patrocinante, para que te lleves una moneda. Pero, oye, más allá del dinero, lo que importa es la verdad, llegar a la verdad, iluminar con la verdad.
-¿De qué estás hablando, Cretino? No me dirás que crees eso. Lo que busca Anaximandro es publicidad, poder, y por eso me quiere a mí, para tener más audiencia.
-¡Por los Dioscuros! Me rompes el corazón, Sócrates. ¿Tú, justamente tú no crees en la verdad?
-Por supuesto que creo en ella.
-¿Y entonces? ¡Me vuelves loco! ¿No es fundamental el debate para llegar alguna vez a la verdad?
-¿Para qué, Cretino? Todo el mundo ya conoce la verdad.
-¡Por Zeus tonante! ¿Cómo que todo el mundo ya conoce la verdad?
-Sin duda. Anaximandro conoce la verdad, tú la conoces, yo la conozco. El público entero la conoce.
-¿Y por qué los debates siempre están llenos?
-¡Ay, Cretino! ¿También crees que el público va a las Olimpiadas para encontrar la verdad? El placer está en ver quién la gambetea mejor, quién persuade con más estilo, quién se contradice menos, quién enmascara con más arte la verdad, quién dará la estocada que dejará fuera de combate al rival. ¡Vamos, Cretino! Eres grande, no me hagas repetir tanta obviedad...
-De acuerdo, Sócrates... Tú ganas, como siempre. Pero dime una cosa, ¿qué sentido tiene tomarse tanto trabajo para ocultar la verdad?
-Porque la verdad es insoportable, Cretino.

(Platón, “Cretino, o de la Entrevista Periodística”).

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