lunes, 4 de enero de 2016

Lolei. Memorias de lo inconfesable (23)


CAPITULO
23

A fines de febrero del 64, en su carácter de titular del comité local, Domingo Cavalcanti fue anfitrión de un encuentro con el secretario general de la vicepresidencia de la Nación, Dr. Francisco Monteagudo, que fue acompañado por varios dirigentes partidarios a nivel nacional. Significó, en parte, una reunión familiar, ya que el alto funcionario guardaba un parentesco cercano con su flamante nuera, Lola Monteagudo Tejedor, que había contraído matrimonio con su hijo Lolei en febrero del año anterior. Del agasajo participó la pareja, ocasionalmente de vacaciones en la ciudad.
Por esos días encabezó un encuentro con los diputados nacionales García Puente, Alfonsín y Tróccoli, quienes se aprestaban a participar del acto de proclamación de candidatos del oficialismo.



También participó de la multitudinaria recepción en honor al Dr. Mario Giordano Echegoyen, designado como embajador argentino en la República de Suecia. Entre los asistentes al ágape realizado en el club Mar del Plata estuvieron ministros bonaerenses, legisladores, altos funcionarios, concejales municipales, dirigentes, partidarios de la UCRP, autoridades universitarias y figuras representativas de los sectores del comercio, la banca y la cultura de la ciudad.
Cavalcanti, henchido de orgullo por el cargo diplomático de su gran amigo, ofreció una exaltada demostración de afecto. Luego hicieron lo propio el dirigente local Nicolás Trivissonno y el ministro de Educación de la provincia, Dr. René Pérez. El agasajado recibió numerosas atenciones. Y, muy emocionado, agradeció a todos los presentes los cálidos conceptos dirigidos a su persona.
Lolei reconoció que no prosperaron las gestiones de su padre para obtener una plaza entre la comitiva que acompañaría al delegado al país escandinavo.
-No fue algo que yo solicitara, más bien tiendo a creer que fue una idea que se le ocurrió para acrecentar su orgullo de padre y de político. Hoy creo que, en caso de haber existido concretamente la oferta, no hubiese dudado en aceptarla, aunque mi actualidad y mis prioridades en ese momento fueran otras. Y también creo hoy, si me apurás un poco, que ese ofrecimiento ni siquiera fue real. Lo cierto es que papá siguió sosteniendo su férrea conducta, trabajando a destajo por el partido y por el pueblo marplatense. Su camino a la diputación ya se avizoraba en un horizonte cercano.

La pronta visita de Ricardo Balbín a la ciudad, la primera tras delegar su candidatura y que permitiera la llegada al poder de Illia, lo encontró envuelto en una disputa que terminó en escándalo. Es que desde la Provincia se impulsó una importante reforma en el funcionamiento del Hospital Regional. La medida tuvo amplias repercusiones entre los trabajadores y las partes políticas que la defendían o atacaban. Invitado por Radio Mar del Plata a debatir la cuestión, el presidente del Comité de la UCRP se refirió al decreto de anulación dando su apoyo. En el auditorio estaba sesionando la comisión Pro Defensa de la Reforma, quienes al escuchar los conceptos de Cavalcanti, lo invitaron a participar del debate. El dirigente se negó y se retiró de la sala.
Un grupo de personas, mayormente mujeres, lo siguieron hasta la calle. En medio de imprecaciones e insultos, la discusión se agitó. Cavalcanti realizó un gesto airado hacia los manifestantes y como respuesta recibió una sonora cachetada y un carterazo por la cabeza.
La agresión fue ampliamente repudiada y ocupó un considerable espacio en los medios locales y nacionales. “Protagonizó varias escenas como esas”, volvería a recordar su hijo, sin precisar mayores detalles.


A fines de ese año se concretaba uno de sus proyectos más anhelados, anunciado durante su asunción a la jefatura del partido: la inauguración de la nueva sede del comité, ubicado en San Martín 3784. La construcción del edificio contó con la adhesión de un buen número de partidarios que colaboraron con la adquisición de bonos rescatables emitidos para la ocasión.

Orgulloso, Cavalcanti expresó su deseo de que la nueva sede partidaria contribuyera al total y definitivo afianzamiento del radicalismo, como una obra de inestimable proyección de futuro no sólo para el partido sino además para la ciudad.
La presentación del local coincidió con el lanzamiento de candidatos para las elecciones de marzo del 65, y contó con la presencia de Ricardo Balbín, entre otros destacados dirigentes. Allí se conoció que integraría la lista de postulantes a diputados provinciales por la quinta sección, ocupando el cuarto lugar detrás de Raúl Espondaburu, el también marplatense Ángel Roig y Omar Goñi.
La UCRP marplatense que conducía Cavalcanti encaró una decidida campaña proselitista sustentada en promesas de más educación, salud y obra pública, y el respaldo directo del gobierno provincial de Anselmo Marini y el nacional de Arturo Illia.
Los rivales directos en la contienda eran el Partido Socialista Democrático y la Unión Popular, que se encuadraba en torno del peronismo.  En la UCPR se mostraban confiados por hacer una buena elección, que le permitiera recuperar bancas en el Concejo y dar pelea concreta al Socialismo en el camino a la intendencia.
Los antecedentes a nivel municipal mostraban que el partido oficialista había obtenido un cómodo triunfo en las elecciones comunales del 63, con 42.407 votos, quedando en segundo lugar el voto en blanco –reproduciendo la tendencia a nivel nacional- y la UCRP tercero, con 14.535 sufragios, lo que marcó una considerable diferencia. La directriz, dos años después, no tendría demasiadas variantes.
Las elecciones legislativas del 14 de marzo se efectuaron con absoluta normalidad, dentro de los parámetros de la época. A nivel nacional, la Unión Cívica Radical del Pueblo triunfó en Capital Federal, Santiago del Estero, Santa Fe, Misiones, Chubut y Entre Ríos; los peronistas (emboscados bajo otro nombre) en Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Santa Cruz y el Chaco; los neoperonistas en Río Negro, Neuquén, Tucumán y Salta; los conservadores en Mendoza, Corrientes y San Luís y la UCR bloquista en San Juan.
El total de sufragios dio a la Unión Popular (peronismo, que no le quedó otra alternativa que enmascararse tras un nombre de fantasía) 2.883.528 votos y a los radicales oficialistas 2.724.259.
En la provincia de Buenos Aires, Unión Popular (24) y la UCRP (18) casi monopolizan las bancas, quedándose con 42 de las 46 en disputa; la Unión Cívica Radical Intransigente se quedó con 2 y el Partido Socialista Democrático con otras 2.
En la Quinta Sección, la perteneciente a Mar del Plata, la victoria fue para la UCRP, que obtuvo 98.830 votos, seguido por los 91.436 de la Unión Popular y los 29.890 del Socialismo Democrático. De esta forma, al partido ganador le correspondieron 5 de los 11 lugares disponibles; 4 fueron para la UP y 2 para el PSD. Resultaron electos diputados Raúl Espondaburu, Ángel Roig, Omar Goñi, Domingo Cavalcanti y Pedro Viders por la UCPR; Francisco Vistale, Juan Carlos Savio, Enrique Guerci y José Gómez Acosta por la Unión Popular; y Judit López Faget y Carlos Durán por el partido Socialismo Democrático.
En Mar del Plata hubo sorpresas: fue claro el triunfo del peronismo, encuadrado detrás de la Unión Popular, en un distrito donde la lucha parecía polarizada entre el oficialismo y el radicalismo.
“En el quehacer político siempre hay una historia de lo que se promete hacer y otra historia de lo que se hace. Lo único que queda como saldo es el escepticismo de un pueblo –cuando no se cumple- que sabe que detrás de las palabras declamadas se esconden las obras y las esperanzas frustradas. Por eso la política que actualmente se practica en Mar del Plata por un oficialismo que solo mira, defiende y sirve a su propio interés, se ha convertido para la población en la continua práctica de una demagogia con fines electoralistas. Ahí está el motivo de ese extraordinario triunfo de la ciudadanía marplatense y el porqué la UP polarizó la enorme mayoría de la voluntad ciudadana”. Así explicaba la victoria el concejal electo Eduardo Tesseire, candidato en primer término.
En ese sentido, el diputado electo Cavalcanti, en su carácter de presidente de la UCRP local, destacaba el resultado obtenido: “Confiábamos en un logro favorable, pero los guarismos demuestran que el socialismo democrático ha perdido totalmente su predicamento en esta ciudad. Me siento satisfecho por los resultados y el hecho positivo de haber aumentado en más de 10 mil votos respecto de 1963 y haber superado al socialismo democrático”.
Rodeado de numerosas muestras de afecto y felicitaciones, el futuro se presentaba promisorio para el veterano dirigente radical, tanto en sus aspiraciones partidarias como personales.
El acceso a una banca en la legislatura provincial era un premio a su valerosa trayectoria como hombre público. Su activa participación y sus ideas democráticas lo llevaban a nuevos rumbos, pero con las mismas convicciones.
Sin embargo, la aventura no duraría demasiado.


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(XXIII)
Para: Hugo Cavalcanti Palacios
Academia de Idiomas Gref
Calle Santa Engracia 62 4°
Madrid – España

De: Alan Rogerson
I Bradgate Street
Ashton –II-Lyne
Tameside - Manchester

8 February 1984

Querido Hugo:
Gracias por la tarjeta. Te debo decir que me emocionó. Da las gracias a todos los que firmaron.
Tengo una buena noticia: he conseguido trabajo. El día 27 de abril me marcho para Francia. Voy a trabajar en un camping a 55 kilómetros de Burdeos. Tendré que limpiar los servicios, las duchas, las caravanas antes de que lleguen los turistas. Me van a pagar 600 francos por mes. No es mucho, pero tampoco hago demasiado. Tampoco pago alojamiento ni nada. Además, me pagan el billete de ida y vuelta, pues me quedaré hasta el 16 de septiembre.
Conseguí este trabajo a través de mi sobrina. Cuando termine, me marcharé para España o para Portugal. Lisboa me interesa mucho, hay una English House allí. No sé, pues si tú no estarás en Madrid, ¿para qué volver? Tengo muchos amigos allí, pero si mi mejor amigo no estará, prefiero no ir. De todos modos aún no lo he decidido.
Cuando pienso en ti, en Pepé, en Julio y en toda la gente que conozco en Madrid me dan ganas de volver, pero cuando tengo la cabeza vacía, el corazón me dice que vaya a Lisboa. ¿Cuáles son tus planes? ¿Qué debería hacer? Espero que estés en Madrid. Me dijiste una vez que “lo que no pasa en un año, pasa en un día”. Llevabas razón.
Fíjate si no: hoy conseguí trabajo como cartero. Empiezo el 13, el día de mi cumpleaños. Con este empleo podré ahorrar dinero, pues me pagarán 13.000 pesetas por semana, unas 55.000 al mes. (¡Lo logré a través de un enchufe socialista, que son los mejores!)
También doy clases. Tengo una, que doy a un niño a quien le cuesta leer. Por la ayuda me pagan 900 pesetas por hora. Más adelante daré clases de francés y de castellano, pero sólo a los que tienen nivel bajo.
Dije a todo el mundo que Danny vendría para acá en mi cumpleaños. Le llamé por teléfono y dijo que no vendrá. El médico le pidió que no bebiera, que tendría problemas fatales si sigue bebiendo; el riñón no le va bien y sólo tiene uno. Me puse muy triste cuando oí la noticia. Es una persona cojonuda y lo quiero.
Me voy a despedir. Escríbeme pronto y dime qué harás en el verano. Dime si quieres que escriba a tus padres y por último da mis recuerdos a todos y dales las gracias. Un abrazo muy fuerte de tu amigo que no te olvida
Alan


PS: ¿Por qué no fuiste a Akela? José Luis se va a enfadar contigo. Le caigo muy bien y le habría gustado firmar esta tarjeta. Se ha portado como un padre conmigo y a Berta la considero como una madre. Los dos son “mi familia española”.

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