jueves, 26 de noviembre de 2015

Lolei. Memorias de lo inconfesable (14)


CAPITULO
14

El viejo había tomado envión con su relato. A medida que hablaba iba buscando más y más recortes de diarios de la valija que habíamos ubicado encima de la cama. Algunos apenas los ojeaba y me los alcanzaba para que yo los leyera, como para que corroborara su versión de la historia. En otros cotejaba datos con mayor precisión.
Me pidió otro cigarrillo y continuó.
-Todos estos problemas comenzaron a reflejar la disconformidad de distintos sectores de la ciudad con el Comisionado, que coincidían con la conflictiva situación nacional. A pesar de las críticas de la oposición, en las elecciones municipales triunfó nuevamente el peronismo, resultando elegido para el cargo de intendente el Dr. José Antonio Cavallo. Asumió el 1 de mayo del 55, cuando yo ya estaba haciendo el servicio militar en Azul. Fue una época muy jodida para estar dentro de los cuarteles.
Sin dejar de hablar, el viejo hurgó entre los papeles y encontró algunas fotografías de la época de la conscripción. En una de ellas se apreciaba a un joven Lolei uniformado y en posición de firmes en un mástil, junto a otro soldado, con la bandera nacional flameante. En el dorso de la imagen, se leía la fecha: 25 de mayo de 1955. 




-Los levantamientos militares que se iniciaron en junio del 55 en contra del gobierno nacional también amenazaron la estabilidad del municipio. Pasó lo del bombardeo en Plaza de Mayo, que nosotros seguimos a través de la radio. En Mar del Plata, desde la Intendencia, mediante altavoces, llamaban al pueblo a reunirse en la plaza San Martín y permanecer allí hasta que Perón desistiera de su propósito de renunciar al cargo. Alrededor de 500 obreros liderados por la CGT local, viajaron a Buenos Aires para hacer lo propio en la plaza de Mayo. Cuentan que los comerciantes cerraron sus puertas y las amas de casa se agolparon frente a los negocios, temerosas ante posibles saqueos. El general Lucero, del bando golpista, ordenó a las guarniciones de Tandil, Azul y Mar del Plata que avanzaran sobre la base naval de esta última ciudad y se apoderaran de ella. Muchos de mis compañeros se movilizaron, pero yo quedé acuartelado. También la compañía Nº 7 de infantería de la marina sublevada se dirigió hacia el aeropuerto de Camet para embarcarse en dos aviones que los trasladarían a Buenos Aires. Cerca del aeropuerto observaron que las instalaciones estaban custodiadas por efectivos del ejército con el objetivo de impedir que se acercasen. Se intentó persuadir a los oficiales del ejército que estaban a cargo de la defensa del lugar, y ante la negativa de éstos, se dispusieron para iniciar un combate que no llegó a desatarse debido a la noticia del fracaso del golpe en la Capital.
En septiembre llegó el derrocamiento del gobierno peronista por un golpe de estado. En Mar del Plata, los cañones de los buques de la Marina despertaron a la ciudad. Se vivieron momentos de mucha tensión y gran confusión. Las autoridades municipales que se hallaban dentro del edificio Municipal fueron depuestas. En reemplazo del Intendente asumió provisoriamente el capitán de corbeta Juan Bizet. Por la radio LU9, se transmitió un comunicado del Comando Revolucionario Militar, llamando a la población a la calma.
Una multitud de antiperonistas ganó las calles para celebrar la caída del general. Se produjeron allanamientos en los locales peronistas y en los gremios. Se secuestraron armas, se quemaron muebles, se destruyeron cuadros de Perón y de Evita. Frente a un edificio de policía, que ya estaba abandonado, los manifestantes acrecieron sus gritos. Cuando se enteraron que adentro estaba detenido el dirigente radical Giordano Echegoyen, rompieron una ventana, ingresaron a la sala de guardia y lo liberaron, junto a otros presos. Sacaron cuadros de Perón y Eva y los destrozaron. También quemaron papeles y libros pertenecientes a la dependencia. Después fueron a la CGT, de donde retiraron muebles para incendiarlos. Lo mismo en el Centro de Empleados de Comercio y varias unidades básicas. También se hizo un acto de repudio frente al diario La Mañana. En su recorrido, pasaron por el diario El Trabajo, el órgano de prensa del partido socialista, donde con arengas, reconocieron la labor del periódico como baluarte del antiperonismo local. Luego tomaron las sedes de Radio Atlántica y radio Mar del Plata, donde, ya acompañados por autoridades militares golpistas, restablecieron la comunicación que había sido cortada días antes. Ya bajo la dirección del “Comando Revolucionario”, la onda local salió al aire emitiendo un comunicado en el cual se informaba a funcionarios y agentes policiales, que a la mayor brevedad debían presentarse en las seccionales respectivas. Y agregaba que la presencia de los elementos policiales en las comisarías locales sería de importancia, por lo que debían concurrir de inmediato. En otro comunicado se llamó a la calma y la tranquilidad, ya que “las fuerzas de la Libertad dominan la situación”. Por último se convocó a los comerciantes a que abrieran sus puertas para permitir el normal abastecimiento de la población; y a los vecinos que se habían alejado de sus hogares por temor a posibles bombardeos, que podían regresar sin riesgo alguno.
El comunicado terminó con un “¡Viva la libertad!, ¡Viva la Patria!”.

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(XIV)

Para: Hugo Cavalcanti Palacios
Academia de Idiomas Gref
Calle Santa Engracia 62 4°
Madrid – España

De: Alan Rogerson
61 Adams Gardens Est.
Rottherhithe
London – England

1 October 1983

Querido amigo:
Espero que te encuentres bien; yo estoy bien. Sigo buscando trabajo. Hasta ahora no he conseguido ninguna oferta, ninguna entrevista. Pero no me daré por vencido. Debería tener un piso pronto, y si no recibo nada, me voy a marchar en Navidad. Voy a volver a Madrid, no me quedaré en invierno aquí. Vamos a ver lo que pasa. Espero que me salga algo. He escrito cartas a la princesa Carolina de Mónaco, ofreciéndole mi polla por su pasta. Hasta ahora, ninguna respuesta.
No pienses que estoy chungo. Al contrario, la estoy pasando bien. Ayer viernes salí con Danny. Fuimos a otro barrio y ¡joder, tío, nos cogimos una borrachera que ni veas! Y sabes, no discutimos ni nada. Fue un milagro. No me acuerdo mucho, salvo que estuve tumbado en el césped. Nosotros nos sentábamos en un banco a beber coñac. Danny y yo bebemos sidra, ‘the poors man´s drink’, le llamamos aquí. Y nos emborrachamos.
Me dijiste que Eva me vio tumbado en la calle. Pues sí, era verdad. Fui a la manifestación acompañado de tres litros de vino. Yo tenía la impresión de que Eva no se dio cuenta que estaba pedo. Pídele que me mande una foto de su cuerpo desnudo y yo le mandaré una de mis pelotas.
He mandado una tarjeta a Pepé. Voy a escribirle una carta más tarde, pues me equivoqué y puse Pepé López en vez de su nombre.
Cuando me escribes de Malasaña, del barrio, de la gente que conocía, me pongo amorriñado y tengo ganas de volver y de meterme otra vez en esa vida de risas y de tajadas y de discusiones tontas y de amistad. Como te he dicho ya, si nada me sale, en Navidad o en enero, volveré.
Te echo de menos y te aseguro que nos volveremos a ver, por supuesto con un coñac en la mano, acordándonos de los buenos tiempos que hemos tenido juntos.
Yo por la tarde estudio. Me he matriculado en un colegio, hago un curso superior de español y mi profe es de Buenos Aires. Le hablé de tu padre y me dijo que el nombre no le sonaba nada. Lo raro es que el nombre Cavalcanti es un nombre radical… Además tomo clases de portugués. Cuando nos vayamos a Portugal y nos echen, sabré decirles: “idos a tomar por el culo, sois unos hijos de la gran puta abstemia”, en portugués, ¿te parece?
Bueno Hugo, da mis recuerdos a todos, a Josefina, a Mme. Chardy, di a Pepé que voy a escribirle pronto y que no te dé más copas. No te olvides de la foto de Eva.
Un abrazo fuerte

Alan

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